domingo, 16 de mayo de 2010

TELEVISION y la Princesa de San Blas

EL PERSONAJE y la televisión

Los reyes y reinas de la televisión están de enhorabuena. La última estrella en llegar a España es un personaje que ha estado medio escondido durante muchos años en los platós de televisión. Con apariciones diarias en magacines, cubriendo la cuota de mujer de barrio, con declaraciones a los medios impresos que alimentan la crónica social del momento en revistas de kiosco. Ahora la escaleta de un programa de entretenimiento (www.telecinco.es/salvame) le ha puesto la corona principesca, y de que manera. Hablo de la Princesa de San Blas. Una princesa del pueblo para el pueblo, lo que en definitiva es la televisión. Una princesa abandonada por su príncipe azul, con una hija que justifica todos los agravios que hace y le hacen, con poco verbo, con gesto rápido y veraz. Belén Esteban, es lo que tiene, gusta y disgusta al mismo tiempo, pero tiene más de dos millones de fans que no se pierden sus ocurrencias, su lucha contra los fantasmas de la vida.
¿Quién le iba a decir a Paolo Vasile, siciliano, criado en Roma, todopoderoso jefe del canal Tele 5 de España, que una princesa del pueblo le iba a salvar su cuenta de resultados anual? Nadie. ¿Cómo subir un punto en la audiencia? Ya tiene casi dos. Le avisaron sus avispados productores asociados de la Fábrica de la Tele (www.lafabricadelatele.es), expertos conocedores de las claves de la información de Crónica Social en televisión. Maestros en airear conflictos, inventados o no, en buscar el lado más curioso del personaje. Ellos son los que han maquillado, vestido, pagado, al personaje que todos los programas demandan. Da igual que hable lo justo, que no sepa bailar, pero los programas la enseñan al final, con su presencia basta. Sabe hacer otras muchas cosas, es obediente, disciplinada, sincera consigo misma, va en chandal y coge taxis para ir al trabajo diario de la tele. Su sola presencia produce magnetismo. Transmite algunas de las emociones que la sociedad requiere en estos momentos: sinceridad, curiosidad, valentía, cariño, maternidad, despecho, envidia, victimismo, y un afán de superación personal que no conoce límites. Todo esto supone casi dos puntos en la audiencia de la cadena. Un revulsivo de millones de euros en la cuenta de resultados.
Cuando hace un par de años se casó los modistos famosos se negaron a dejarle un traje de novia. Ahora se pelean porque se ponga sus creaciones y modelos. Se operó de cirugía estética y consiguió ser portada, una, dos y tres veces en aquellas revistas que solo le tenían reservado un cuadrito pequeño. Antes, el padre de su hija, Jesulín, torero famoso, era el importante, en breve la gente le recordará como el padre de la hija de Belén Esteban, y eso que ha matado más de mil toros jugándose la vida con cada uno de ellos. Los sociólogos estudian el fenómeno, empiezan a escribir libros sobre la Princesa de San Blas. ¿Que dirá Letizia, la princesa oficial de Asturias al respecto?.
Ahora, Belén Esteban es una estrella de la televisión, gana mucho dinero y reza para que no la llamen para participar en más programas. Su delicada salud, es diabética, requiere descanso, su hija, también requiere atención. Pero siempre está dispuesta a defender su vida ante las cámaras de televisión, a seguir las instrucciones de su presentador favorito, Jorge Javier Vázquez.

Tags: Belen Esteban, Sálvame, Jorge Javier, televisión.

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