lunes, 25 de abril de 2011

LOS ENAMORAMIENTOS de Javier Marías

Novelón Habemus. Leemus, disfrutamus.

“Los enamoramientos” de Javier Marías, no cabe duda o discusión, es un libro de autor principal. Se lo cree él, se lo creen sus lectores, otros autores, críticos y profesores y su editorial. Por algo ha vendido más de seis millones de ejemplares por todo el mundo de todas las novelas que ha publicado en su ya larga carrera. Un escritor erudito, nada negligente, sagaz, informado, culto.

Javier Marías, sesenta años, se ha dedicado toda su vida a lo mismo, a escribir, a leer y estudiar, y subrayar libros, diccionarios, enciclopedias y además en varios idiomas que habla, que conoce, que domina.

En las páginas de esta nueva novela, encontramos hallazgos formales de producción editorial dignos de resaltar. La columna de 45 espacios de anchura, muy apropiada para el tipo de narración introvertida, personal, larga, para poder perorar al lector sin marearle. La comilla viuda, es otro hallazgo, en vez de dos tildes, una. Para las reflexiones del autor, que pone en los labios de sus personajes a su gusto y necesidad, muy infrecuente en las novelas contemporáneas al uso.

Y otros hallazgos geniales. Los personajes, que toman y tocan pensamientos del autor y sus amigas, está negligentemente descritos, pero se entienden. Sus nombres María Dolz, Luisa Alday, Ruiberriz, Javier Díaz Varela, Deverne (Miguel Desvern) y Luis Felipe Vázquez Canella o Garay Fontina... Este último, desideratum literario que tiene el objetivo de pasar alguna cuenta pendiente, literaria o personal. (Apuesto porque el personaje de referencia Garay Sentina es un trasunto o no del novelista Arturo Pérez Reverte o de cualquier otro autor de nombre compuesto...).

Este escritor es culto y lo practica hasta la solemnidad. Conoce el lenguaje y las palabras, utiliza tiempos de verbos en desuso, correcta y adecuadamente, con naturalidad, y pone nombres a los personajes rebuscados, pensados, chocantes y eficientes, la zeta no falta. La protagonista parece de pensamiento machorro, aunque disimula bien su condición femenina en el trasncurrir del la novela. La acción es escasa, reducida a su mínima expresión. La reflexión, la especulación, la cavilación y los pensamientos y especulaciones sobre la traición, la amistad y el amor de la vida llenan, discurren, conviven y dan significado a las más de 180.000 palabras de que consta esta última novela editada por Alfaguara, escrita, parida, y presentada por Javier Marías hace unos días.

El tempo de la novela parece discurrir en más o menos cuatro años en la vida vivida de la editora María Dolz y su trabajo en la editorial en ese tiempo y circunstancias.

A resaltar la presencia anecdótica, sobre la página 100, del personaje Francisco Rico, amigo del autor, experto en literatura medieval que podría ir por la vida, si quisiera y le apeteciera, y le sentara bien con morrión.

Muy buena novela. A leerla. Totalmente recomendable. Eso si, no es una novela más.

Cándido San.

NOTA: --- entre tantas palabras y frases me atrevo a resaltar---

Palabras cultas, poco usadas:

Negligente (…elegancia negligente).

Descontentadiza, Escarnecer, Entretanto, Pavada, Peroraba, Desatentos, Desdeñoso.

Occipucio. Morrión. Feérico. Ufanía. Vagaroso

Frases memorables:

…cada día un rato en el día a día…

… junto a nadie

- (delación, remediar) … se miente, se intimida, se engaña, se paga, se pacta, se quita de en medio…(página 240)

- (con el paso del tiempo)... lo que ha sido debe seguir siendo o debe seguir habiendo sido…(160)

- (boca besable) …de ella surge casi todo, lo que nos persuade, y lo que nos seduce, lo que nos tuerce y lo que nos encanta, lo que nos succiona, y lo que nos convence. (página 138)

- (sólo somos)... lo que está disponible, los restos, las sobras, los supervivientes, lo que va quedando, lo saldos…

- No hay de qué.

15 comentarios:

  1. Uff, yo no he podido con ella. Es mucho me he quedado en lo de Francisco Rico, creo que es el de la polémica del tabaco en El País. Me ha hecho gracia y lo he dejado, demasiada reflexión. Me aburro.

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  2. ME GUSTA, ME LA HE LEIDO ESTA SEMANA SANTA, LOS HOMBRES Y SU AMBICION, LAS MUJERES PASIVAS QUE NO HACEN NADA. REAL COMO LA VIDA MISMA. ESTA MUY BIEN ESCRITA.
    CURIOSO LO DE LA COMILLA VIUDA. JA JA JA. NO SERA UNA TILDE

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  3. Prometo leer Los enamoramientos cuando termine Solar, de McEWAN, que recomiendo sin haberla terminado.

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  4. En que quedamos, Garay Sentina es Arturo Pérez Reverte o no, a mí también me lo ha parecido. Me pega que sea capaz de pedir tres gramos de coca a su editora, como si en su editorial hubiera camellos.
    La droga mata.

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  5. Está muy bien la novela, se le ve un poco pijo a este Marías, con tanto inglé y francé, pero la novela está muy bien. Comprarla.

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  6. HE SHOULD HAVE DIED HEREAFTER. Frasecita que le da mucho juego al autor, porque le da vueltas y vueltas a lo largo de la novela. Una frase ambigua que admite algunas interpretaciones, todas las estudió y trabajó Marías en los Enamoramientos. Un fenómeno.
    A mi me ha gustado el libro.

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  7. ME CAE FATAL PEREZ REVERTE, es un idiota. Un chulito de barrio que busca notoriedad. de los escritores al peso. Nunca he podido acabar una novela suya. Insulsa es la palabra. Aunque creo que es muy amigo de Marías y está en el Reino de Redonda como Duque de Corso y Maestro de Esgrima.

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  8. Lección aprendida: Los Enamoramientos es una palabra que solo existe en Italiano y Castellano, tal vez en alemán, dice el escritor, pero como palabra solo en estas lenguas. Me encanta la palabra que no es lo mismo que estar enamorada, que enamorarse, que amar con locura, creo que el enamoramiento e otra cosa, anterior, pero otra cosa.

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  9. Qué bueno que viniste, Marías, otra novela y van no se cuantas, vaya negocio bueno para Alfaguara. Que os aprovecehe a todos.

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  10. Lo de la comilla viuda es práctica habitual en los libro de Marías, hipotexto lo llaman algunos críticos y literatos. No debe conocer este Cándido mucho la obra del señor Marías pues lo utiliza en sus novelas con frecuencia. A veces te haces un lío con quien es el sujeto de la comilla viuda, pero al final te das cuenta que es una manera de escribir.
    Me quedan 100 páginas de los Enamoramientos y hasta ahora me parece una novela singular, muy interesante.

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  11. Es un poco retorcidito este señor, escribirá muy bien pero es difícil de entender. Leí todas las almas y al final me quedé como al principio hecho un mar de dudas. Igual lo vuelvo a intentar con Los Enamoramiento, que parece que hace gracia en esta página.

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  12. Jolin con la señorita Dolz,parece boba, una de esas mujeres de antes...de la guerra. Ahora las chicas no somos así, por lo menos entre mis amigas no encuentro una con ese pavo subido a los hombros, ni sometidas a la belleza de unos labios carnosos. Ahora queremos más. Al final ni...

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  13. LA NOVELA ESTA MUY BIEN. MENOS DENSA QUE LA ANTERIOR. MENOS PAGINAS. MEJOR. A LAS MUJERES LES VA A ENCANTAR. ESTOY SEGURO. AUNQUE NO ENTIENDA EL PORQUE LA PROTAGONISTA BUENO NO VOYA A FASTIDIAR A LA NOVELA...

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  14. Hoy mismo he terminado de leer Los enamoramientos y me ha parecido genial. El desenlace final de la historia es magistral, narrando unos acontecimientos que por la sencillez en su planteamiento y la tensión del momento llega a sorprender, de ahí su grandeza. Una vez más Javier Marías ha escrito una gran novela.

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  15. Nada tan lento y retórico como una de las cien mil digresiones de una novela de Javier Marías. Obviedades ornamentadas, retorcimientos de las ideas para conseguir textos de bellísima factura retórica, a veces vacuos, tan sólo por el placer de ver las palabras enlazadas entre sí, escogidas entre las posibles para terminar construyendo frases, ciento de frases subordinadas, dignas de ser esculpidas en mármol. Sus lectores las releen con el vano intento de memorizarlas —lo que resultaría tan difícil como memorizar párrafos completos del Aranzadi—, las señalan en el libro y las escriben a sus amistades con el inútil empeño de arrastrarlos al apasionamiento que ellos sienten por sus textos. O se es o no se es, ahí está el dilema de los que no nos apasionan las peroratas de Marías.
    Escribe muy buen español, pero una novela debe ser algo más que un permanente ensayo. Yo, al menos, exijo una cierta agilidad narrativa. No se puede o sí —puesto que Marías lo realiza y su público lo sigue a pesar de ello— construir todo un capítulo sobre una única frase de diálogo y su respuesta, mientras que, entre media de ambas, cualquiera de los personajes que dialogan se deslizan hacia unos pensamientos más propios de un ensayo, pero no de un único ensayo sobre lo tratado en el dialogo, sino de uno que mientras elucubra lo va abriendo a otros temas relacionados hasta conseguir perder de vista el diálogo que originó tan profundos pensamientos.
    Tan poco resulta enriquecedor incluir una disección de ‘El coronel Chabert’ de Balzac o sí, si de lo que se trata es de analizar esa novela o de mostrar a los lectores su gran conocimiento de la literatura francesa y especialmente de la obra menor de Honoré, aunque bien pensado podría haberlo separado de ‘Los enamoramientos’ y publicarlo en una revista literaria. Más sentido tiene el análisis de ‘Los tres mosqueteros’ por eso de las traiciones entre enamorados, aunque bien pensado, ni el muerto por el gorrilla iba a importunar como lo hizo el coronel ni María ae le aproxima a Milady ni nadie tiene en la novela de Marias el sentido de justicia que tenía Athos en la novelita de Dumas.

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