¿Es necesario tener zetas en el nombre para ser Presidente?
Decíamos ayer… (*) que para ser presidente en España había que tener una o dos Z en el nombre y apellidos, también alguna A. Algo que científicamente es comprobable con una simple mirada a los inquilinos del Complejo Moncloa en Madrid, España. Al final el INE (Instituto Nacional de Estadística) nos da alguna pista de porque la Z se haya tan presente en la política española.
El primer apellido de los hombres y mujeres que nacen en España es García, lo frecuentan 1.481.923 españoles. La particularidad sorprendente es que no tiene Z entre las letras que conforman la palabra g-a-r-c-í-a. Como se puede apreciar, no hay Z alguna entre las sílabas. Pero entre los 20 apellidos más frecuentados por españoles hay quince que si la tienen, que acaban en Z. Premodina la zeta.
El segundo apellido más frecuentado de los españoles es González (933.497), el tercero Rodríguez (930.377), el cuarto es Fernández (927.585), el quinto López (877.815), el sexto es Martínez (839.286), el séptimo Sánchez (820.154), el octavo es Pérez (784.596) y el noveno Gómez (493.562). El décimo es Martín, sin Z (492.800). El once es Jiménez, ya por debajo de los 400.000, el doce es Ruiz, el trece, Hernández y el 14 Díaz. En el quince puesto está Moreno, en el dieciséis Álvarez, le sigue Muñoz y para terminar la lista de los veinte tenemos dos sin Z, Romero y Alonso y el 20 es Gutiérrez (195.529). Como decíamos ayer la Z es interesante tenerla aunque no imprescindible.
La importancia de los apellidos es singular para la identificación entre las personas. No es verdad que con un nombre atractivo puedas ganar unas elecciones, pero si ayuda. Si encuentras a alguien que se apellida como tú y tienes que elegir, se produce una afección inconsciente de cercanía, aunque sepas que no tenéis nada que ver familiarmente hablando.
Este cronista, curtido en mil y una batallas, ni una más, promovió en 1997 y gestionó la primera web sobre vinos españoles. “Los 100 mejores vinos de España”, su url era www.filewine.es que gozó, por la novedad, de gran éxito. Se amortizaron las inversiones y se ganó hasta dinero en aquél pequeño empeño empresarial.
La web que mostrábamos a los bodegueros con sus vinos calificados en la Guía, una descripción de la bodega, localización, etc. dejó a más de uno pasmado, les hablábamos de una página catálogo para su negocio a empresas que vivían de las exportaciones y las escasas ventas nacionales. Alucinaban al saber que esa misma página que estaba viendo en Jerez, en la Rioja, o en las Rías Baixas en su bodega, en su despacho, conectado vía teléfono – sin banda ancha- se podía ver al mismo tiempo en New York y en Japón, zonas comercialmente de interés para ellos. En la actualidad no hay bodega que se precie que no tenga una web en tres o cuatro idiomas, donde se explican sus productos, visitas a bodega,resumen de prensa, etc.
En las comunicaciones de solicitud de información que recibíamos a través del e-mail, muchas de ellas, hasta poder hablar del 50% (tengan en cuenta que en esos tiempos Internet lo disfrutaban cuatro gatos) estaban relacionadas con los nombres o apellidos de la gente.
“Me llamo Arzuaga y me gustaría saber donde compro una botella de vino Arzuaga que sale en su web”. “Mi apellido es Cáceres y quiero comprar botellas de Marqués de Cáceres”. “Me llamo Manuel Murrieta y me gustaría tener una botella con mi apellido. ¿Dónde puedo comprar unas cuantas botellas?”… El origen de las decenas de misivas que recibimos era mayoritariamente de Hispanoamérica: Venezuela, Méjico, Belice, Miami, también de Sausalito en California recibimos alguna. Por cierto, el interés que mostraban por el vino que llevaba su nombre en la etiqueta era nulo o muy escaso.
En las elecciones se vota más o menos de la siguiente manera: el 1% está muy informado y cree que sabe lo que vota; el 70% por sentido emocional, se es de derechas o de izquierdas y se vota a uno u otro; un 10% porque la imagen que da el candidato le entra bien, es guapo-a, moreno-a, tiene hijos…; otro 10% porque se está subsidiado, se vive de eso, y se es de tal o cual partido, independientemente de lo que se piense; un 8% porque va a la contra en todos los sentidos, y un 1% porque el candidato le ofrece familiaridad, igual hasta tiene un nombre parecido al suyo o se llama con el votante.
Decíamos ayer… (*) que para ser presidente en España había que tener una o dos Z en el nombre y apellidos, también alguna A. Algo que científicamente es comprobable con una simple mirada a los inquilinos del Complejo Moncloa en Madrid, España. Al final el INE (Instituto Nacional de Estadística) nos da alguna pista de porque la Z se haya tan presente en la política española.
El primer apellido de los hombres y mujeres que nacen en España es García, lo frecuentan 1.481.923 españoles. La particularidad sorprendente es que no tiene Z entre las letras que conforman la palabra g-a-r-c-í-a. Como se puede apreciar, no hay Z alguna entre las sílabas. Pero entre los 20 apellidos más frecuentados por españoles hay quince que si la tienen, que acaban en Z. Premodina la zeta.
El segundo apellido más frecuentado de los españoles es González (933.497), el tercero Rodríguez (930.377), el cuarto es Fernández (927.585), el quinto López (877.815), el sexto es Martínez (839.286), el séptimo Sánchez (820.154), el octavo es Pérez (784.596) y el noveno Gómez (493.562). El décimo es Martín, sin Z (492.800). El once es Jiménez, ya por debajo de los 400.000, el doce es Ruiz, el trece, Hernández y el 14 Díaz. En el quince puesto está Moreno, en el dieciséis Álvarez, le sigue Muñoz y para terminar la lista de los veinte tenemos dos sin Z, Romero y Alonso y el 20 es Gutiérrez (195.529). Como decíamos ayer la Z es interesante tenerla aunque no imprescindible.
La importancia de los apellidos es singular para la identificación entre las personas. No es verdad que con un nombre atractivo puedas ganar unas elecciones, pero si ayuda. Si encuentras a alguien que se apellida como tú y tienes que elegir, se produce una afección inconsciente de cercanía, aunque sepas que no tenéis nada que ver familiarmente hablando.
Este cronista, curtido en mil y una batallas, ni una más, promovió en 1997 y gestionó la primera web sobre vinos españoles. “Los 100 mejores vinos de España”, su url era www.filewine.es que gozó, por la novedad, de gran éxito. Se amortizaron las inversiones y se ganó hasta dinero en aquél pequeño empeño empresarial.
La web que mostrábamos a los bodegueros con sus vinos calificados en la Guía, una descripción de la bodega, localización, etc. dejó a más de uno pasmado, les hablábamos de una página catálogo para su negocio a empresas que vivían de las exportaciones y las escasas ventas nacionales. Alucinaban al saber que esa misma página que estaba viendo en Jerez, en la Rioja, o en las Rías Baixas en su bodega, en su despacho, conectado vía teléfono – sin banda ancha- se podía ver al mismo tiempo en New York y en Japón, zonas comercialmente de interés para ellos. En la actualidad no hay bodega que se precie que no tenga una web en tres o cuatro idiomas, donde se explican sus productos, visitas a bodega,resumen de prensa, etc.
En las comunicaciones de solicitud de información que recibíamos a través del e-mail, muchas de ellas, hasta poder hablar del 50% (tengan en cuenta que en esos tiempos Internet lo disfrutaban cuatro gatos) estaban relacionadas con los nombres o apellidos de la gente.
“Me llamo Arzuaga y me gustaría saber donde compro una botella de vino Arzuaga que sale en su web”. “Mi apellido es Cáceres y quiero comprar botellas de Marqués de Cáceres”. “Me llamo Manuel Murrieta y me gustaría tener una botella con mi apellido. ¿Dónde puedo comprar unas cuantas botellas?”… El origen de las decenas de misivas que recibimos era mayoritariamente de Hispanoamérica: Venezuela, Méjico, Belice, Miami, también de Sausalito en California recibimos alguna. Por cierto, el interés que mostraban por el vino que llevaba su nombre en la etiqueta era nulo o muy escaso.
En las elecciones se vota más o menos de la siguiente manera: el 1% está muy informado y cree que sabe lo que vota; el 70% por sentido emocional, se es de derechas o de izquierdas y se vota a uno u otro; un 10% porque la imagen que da el candidato le entra bien, es guapo-a, moreno-a, tiene hijos…; otro 10% porque se está subsidiado, se vive de eso, y se es de tal o cual partido, independientemente de lo que se piense; un 8% porque va a la contra en todos los sentidos, y un 1% porque el candidato le ofrece familiaridad, igual hasta tiene un nombre parecido al suyo o se llama con el votante.
¿Es necesario tener Zetas en el nombre para ser Presidente?
Seguiremos informando.
Cándido San
(*) post lavidasegunjosechu.blogspot.com, 8 de octubre de 2010. ANÁLISIS SESUDOS: La Z.
Pues yo me llamo Ezequiel López Pérez. ¿Puedo ser Presidente de España?
ResponderEliminarMenudo marrón.
E.
Qué curiosos, nunca lo había pensado, pero es verdad todos los presidentes españoles tienen zeta.
ResponderEliminarYo no tengo zetas , tengo tres ces, Ja ja ja.
Ana María Cuadrado Cenicero.
No me creo que la Z tenga nada que ver, según esto Zapatero se llama poca gente y lo tenemos de presidente desde hace unos cuantos años. ¿Quié se llama Zapatero? BUeno, la verdad es que todo el mundo ha ido al zapatero alguna vez en su vida.
ResponderEliminarVoy a mirar en la wikipedia que no recuerdo los segundos apellidos...
Monty
Mi nobre es Zacarias, mis apellidos Zuazo López, tengo zetas para aburrir en mi nombre y apellidos, en mi que no se fije nadie, yo estoy muy bien como estoy.
ResponderEliminarSe lo voy a decir a mi amiga Zenobia, una andaluza muy graciosa que se llama también Gónzalez y Rodríguez. Seguro que le hace gracia.
ResponderEliminarLa punta que se le puede sacr a una letra cmo la zeta. Del Zorro no se dice nada.
Vaya chorradas que aprende uno en Internet. Bueno, como tema de conversación no es malo, en cuanto conozca a una Zenobia, Zulema o chica con Z, son pocas, le voy a dar la chara esta. Sew va a enterar de lo que vale la Zeta.
ResponderEliminarSoy Letizia Ortiz, soy pincesa de Asturias consorte, ¿Me puedo presentar a las presidenciales? O no pega. La verdad es que tengo bastante con lo que tengo.
ResponderEliminarLetizia
Me llamo Azucena Hernández y González, de Sevilla aunque vivo en Madrid. A mi no me va mal la vida pero no creo que tenga que ver las zetas de minombre y apellidos.
ResponderEliminarMe ha hecho gracia el post sobre lo de la zeta. Cuando menos es curioso.
Segun esta teoria de lo buenas que son las zetas, el compañero de colegio de mi hijo Daniel que se llama Ezequiel Zorzo López, ¿puede ser presidente de España? Lo dudo, muchas zetas tiene pero pocas luces tambien. Aunque a saber...
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